La alimentación está incluida en la Declaración de Derechos Humanos Universales. Sin embargo, como tantos otros derechos, no se aplica a la vida cotidiana. Aún hoy, una parte de la población sufre escasez de alimento y la otra, que dispone de ella, tiene hábitos alimenticios poco saludables o deficientes.
En el caso de los alimentos de producción ecológica, desde Hort del Silencio trabajamos con el propósito de hacer llegar estos alimentos de manera más asequible económicamente para todos los bolsillos. Es cierto que, generalmente, existe una diferencia de precio entre los productos bio ECO y los de producción convencional. Esto se debe a que la producción ecológica requiere tiempos distintos a la convencial. Además, se produce en menor cantidad, al no tratarse de procesos industriales.
Sin embargo, todos los actores que participamos en la cadena alimentaria somos responsables, junto con las administraciones, de velar por que el acceso a la alimentación (y nosotros añadimos: a la alimentación saludable), sea de una vez por todas una realidad y no papel mojado.